UN PIENSO COMO TÚ

El verdadero reto está en ofrecer un pienso que responda a tus necesidades

Cuando ves la publicidad de los piensos para nuestros gatos y nuestros perros, estás acostumbrado a que, la mayor parte del tiempo, te lancen mensajes que hablan de las extraordinarias cualidades de los mismos. El principal reclamo para atraer a los clientes parece ser siempre el hecho de que la comida que se ofrece es de una altísima calidad.

«La calidad no es una cualidad, es una obligación.»

A ti, como consumidor, esto seguramente te llena de preguntas: ¿El mero hecho de proclamar que un pienso es de calidad, ya lo hace de calidad? ¿No se encubre a veces con discursos sobre la calidad, calidades más bien poco aceptables? ¿Es efectivamente una virtud que el pienso que se me ofrece sea de calidad? ¿No tendría que ser esa la exigencia mínima de todo alimento para gatos y perros? Las respuestas a estas preguntas son obvias y se resumen en una sencilla frase: La calidad no es una cualidad, es una obligación.

No hay por qué insistir machaconamente en la calidad de los piensos pues ésta es algo preceptivo; más bien, habrá que insistir en la forma en la que la alimentación que te brinden se adapte a tus necesidades.

Todo proyecto dedicado a la alimentación y el bienestar animal ha de buscar esa adaptación a tus peculiaridades como consumidor. Si la calidad ha de darse por supuesta, el verdadero reto estará en ofrecer un pienso que responda a tus necesidades. Un pienso como tú.