Soraya

Soraya cree que cada ser tiene un lugar. Sabe que el suyo no era formar parte de una rehala, salir a cazar y dormir hacinada en un corral junto a sus compañeros de jauría. Tal vez por eso la descartaron. Tal vez por eso, ahora que ha sido rescatada por Dog Horse City y visibilizada por el Plan AMMA, solo espera encontrar ese sitio que le pertenece. Tal vez junto a una mujer que, como ella, también se sienta descartada porque simplemente no ha encontrado el espacio adecuado. El que les permita ser ellas mismas.
Tomaso / Odín

“Mi presente como Tomaso ya es historia; como también lo es la dura vida que llevé cuando tenía ese nombre. Ahora, gracias a los humanos del Plan AMMA que me presentaron a Angélica y su hijo, me he convertido en Odín y ocupo un nuevo lugar en el mundo: el centro de esta casa. No sé que ocurrirá en el presente de mañana -quizás vaya al parque o a corretear entre gallinas-, pero me gustaría hacerles saber a Angélica y su hijo que ellos son ahora mis verdaderos dioses”.
Tobías

“Me enamoré a primera vista. Pero, claro ¿qué hace uno para evitar rendirse ante una conexión tan grande? ¡Imposible refrenar el movimiento de mi cola! Además, ¿quién hubiese imaginado que alguien quisiese de nuevo mi compañía? Porque aquellos humanos del Plan AMMA (¡nada menos que tres!), vinieron a conocerme y enseguida me ofrecieron una segunda oportunidad. Ahora, en el interior de “Mi Casa”, espero verles llegar con sus miradas: la del pasado reflejada en el rostro de la madre, la del presente reencarnada en la del chico y la del futuro esperanzador en la de la niña. Esas tres miradas que me enamoraron a primera vista”.
Bandolera

“Hace frío en este invernal día toledano”, piensa Bandolera sin manifestarlo a ninguno. Su timidez, proporcional a su bondad, le impide desarrollarse plenamente a pesar de estar en un lugar seguro: Dog Horse City. Entre más de trescientos seres de su especie y un puñado de afanados voluntarios, Bandolera busca con su hocico el aroma a pureza, que una mujer y su hijo le dejaron en su visita. Un rastro que le podría llevar a un auténtico hogar. Cae la tarde y con ella la helada pero, esta noche, Bandolera no pasará frío. El Plan AMMA le ha traído de vuelta el olor de Liliana, su mirada cómplice y un futuro donde sanar juntas sus pasados.
Ina

La tormenta que estalló en aquel cielo estrellado que Ina veía cada noche, no llevaba agua ni relámpagos, sino fuego y destrucción. La invasión rusa de Ucrania acabó con la vida de su familia, convirtiéndola en una superviviente invisible de esa guerra atroz. Por fortuna, los voluntarios de Dog Horse City pudieron rescatarla y el Plan AMMA la ha hecho visible. Ahora, entre saltos de alegría, Ina espera poder volver a ver el cielo estrellado junto a una nueva familia a la que amar.
Katherine

En muy poco tiempo, Katherine y sus hijos conocieron los múltiples significados de la palabra “abandono”. Los tres tuvieron que apartarse de su realidad cotidiana, ceder el cuidado del perro a su padre y dejarse ir hacia el destino. Sin caer en el desánimo ni darse por vencida, Katherine contactó con el Plan AMMA, dispuesta a revertir las consecuencias de otro abandono: el de Tobías. “Fue amor a primera vista”, sentencia la madre al recordar la conexión que se estableció al instante. Ahora, los cuatro miembros de la familia conocen otra acepción de la palabra “abandono”: la de la segunda oportunidad.
Raquel

Atrapada en una asfixiante relación, Raquel estuvo a punto de quedarse sin aliento. Tal vez por eso, salir al parque con una amiga y su perro, resultaba una bocanada de aire fresco para ella y sus hijos. Ver al animal libre, sano y feliz, le sirvió como reflejo de la vida que quería en adelante. Justo en el momento en que empezaba a gozar de la libertad de respirar, el Plan AMMA se cruzó en su vida y decidió adoptar. Sin embargo, como un cruel capricho del destino, descubrió ser alérgica y el proceso se tuvo que detener. Hoy, Raquel ya no tiene que contener el aliento porque siente que la ayuda que se le ha brindado desde la Obra Social de Nutralgape, es un balón de oxígeno impagable.
Liliana

Cuando Liliana se convenció que el amor era algo muy diferente a lo que había experimentado hasta la fecha, cogió sus bártulos y alquiló una pequeña habitación en un piso compartido. Supo que estaba en lo cierto cuando, gracias al Plan AMMA conoció a Bandolera, una estilizada galga cuya mirada le asaltó el corazón al instante. Un corazón que estuvo a punto de resquebrajarse cuando supo que le impedían acoger un animal tan grande en esa casa. Pero Liliana, portadora de pureza, no se detuvo: acaba de alquilar un nuevo piso donde pronto, ella, su hijo y Bandolera, serán una “cuadrilla” de tres.
Angélica

A pesar de ser humana y perro, Angélica y Tomaso han tenido vidas paralelas. Ambos seres crecieron con el único afán de vivir una vida plena, ambos decidieron abrir su corazón a un hombre, y ambos recibieron maltrato como respuesta. Ese duro golpe que frenó sus existencias, también sirvió para enderezar sus caminos hasta hacerlos coincidir. Gracias al Plan AMMA, en 2024 Tomaso y Angélica encontraron en el otro algo más que un refugio. Entre gallinas, plantas y un futuro veterinario (el hijo de Angélica), encontraron un nuevo hogar donde ambos son amados y valorados.
Carmen

Carmen es un ejemplo de resiliencia. No solo tuvo el coraje de ponerle fin a la violencia de género a la que estaba siendo sometida, sino que ha buscado ayuda para poder reconstruir su vida junto a sus dos hijos de 6 y 19 años. Desde hace un tiempo, Carmen se incorporó al Plan AMMA en busca de esa cuarta pata que complete los cimientos de su familia. Los especialistas caninos están trabajando duro para encontrar al animal que mejor se adapte a sus circunstancias y así poder formar un nuevo hogar entre los cuatro.